lunes, 22 de febrero de 2016

RESEÑA: Porqué se fueron las garzas

Porqué se fueron las garzas

Autor: Gustavo Alfredo Jácome 
Andrés Tupatauchi es un paria.  No pertenece a ningún grupo: no es indio ignorante o labriego, no es acholado, no es blanco.  Sus relaciones con blancos, cholos e indios son complejas y casi violentas.  Andrés es un hombre que ha creado distancia con todos a pesar de estar físicamente próximo.  Andrés está aislado; su educación y sus elecciones lo han determinado así.  Dicho aislamiento lo ha mutilado, convirtiéndolo en un inválido social: ni pertenece ni es aceptado en ningún grupo.  Andrés, al igual que Mila, su melliza, ha crecido con las tradiciones indígenas (ecuatorianas).  Ambos, sin embargo, han trascendido las barreras y expectativas culturales para su grupo: Andrés, tras una beca en los Estados Unidos, ha vuelto al Ecuador, a fin de ayudar a su comunidad (indígena).  Mila, por su parte, luego de su educación universitaria, ha obtenido un puesto administrativo/de gobierno.
La vida de Andrés es mortificante, no por las penurias económicas o de salud —que no las padece, al contrario, es un hombre saludable con un empleo seguro como director de un colegio— sino por las sociales y emocionales.  Andrés, que ha cursado estudios de grado en Historia Precolombina del Ecuador en los Estados Unidos y se ha casado con una compañera, Karen, ha progresado social y económicamente más allá de lo que muchos otros indios (y blancos).  En realidad, es esto algo que parece obsesionar a Andrés: el efecto que sus logros y trabajo han tenido en quienes lo rodean.  Andrés está en proceso, no de construcción de su identidad, sino de articulación consciente de la misma, tal como él mismo lo expresa al inicio de la novela: “¿Pita ñuca cani? ¿Quién soy? ¿De quiénes vengo?” (Jácome 11).  “He logrado” es la frase que sintetiza el espíritu de la novela.

Porqué se fueron las garzas ofrece episodios, momentos en la vida de Andrés Tupatauchi: su iniciación indígena en la cumbre, sus confusas relaciones (incestuosas) con su hermana, su familia, el uso del quechua como arma (por su parte) y el carácter humillante que según Andrés le significa en boca de otros, sus relaciones con sus padres, con Karen, su esposa, con sus compañeras en los Estados Unidos, con los maestros del colegio, gente de la ciudad, indios en el Centro (indígena), etc.  De entre estos episodios quizá uno de los más notables es el del embotellamiento en el centro de la ciudad y su discusión con un conductor (blanco).  Andrés percibe la totalidad de la situación en sentido cultural y a sí mismo como en centro de la cuestión.  Es más, según Andrés, el otro conductor ha actuado premeditadamente, a fin de humillarlo públicamente. De esta manera, piensa Andrés, actúan todos los blancos.  Este razonamiento le origina serias dudas en cuanto a los sentimientos de su esposa: ¿por qué lo ama? ¿por qué está con él (precisamente)?  A esto se le suman las relaciones con su hermana. Porqué se fueron las garzas termina en aislamiento: Andrés decide separarse de Karen.  En este sentido, la decisión de Andrés tendría visos de fracaso, en tanto actúa no sólo en función de sí mismo, sino de la sociedad (blanca) ecuatoriana a la que ha hecho, indiscutiblemente, la autoridad máxima en cuanto a su valía.

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